Perfil

PERFIL. Un profesional comprometido con los valores de la cultura universal, sobre la base de principios de solidaridad, cuidados del medio ambiente, pluralismo, valoración de la democracia y la identidad nacional. Facilitador y potenciador del proceso de enseñanza-aprendizaje, con un adecuado dominio de los procedimientos metodológicos didácticos y de las tecnologías educativas, en beneficio de una educación de calidad







miércoles, 27 de abril de 2011

IMPORTANCIA DE LA HISTORIA UNIVERSAL

La historia universal es el conjunto de hechos y procesos que se han desarrollado en el entorno del ser humano, desde la aparición del Homo sapiens hasta la actualidad. Esta historia está marcada tanto por una sucesión gradual de descubrimientos y de nuevos inventos, como por desarrollos muy acelerados ligados a cambios de paradigma y a periodos revolucionarios, que finalmente hacen posible la evolución material y espiritual de la humanidad.
En la historia humana, y en oposición a la prehistoria, hay que destacar un hecho relevante convertido de manera independiente en diferentes lugares de la Tierra: la invención de la escritura. Este hecho ha hecho posible la existencia de un medio para difundir y preservar de manera más duradera el conocimiento adquirido. La escritura, a su vez, se ha convertido en una necesidad fundamental desde la aparición de la agricultura, del desarrollo de asentamientos estables y de la aparición del comercio.
Las civilizaciones se desarrollaron en los bordes de los grandes ríos. Una de las primeras en aparecer, entre el 4000 y el 3000 a . C., fue la de Sumeria, en Mesopotamia, palabra que en griego significa "entre ríos" (μέσος, "entre" y ποταμός, "rio"). Otras civilizaciones también se desarrollaron en las orillas de los ríos, como la de Egipto en el Nilo, la del valle del Indo, la de Caral-Supe en los ríos cortos del desierto peruano y la de la Antigua China a las orillas del Río Amarillo.
De manera progresiva la mayoría de los seres humanos de Europa, de Asia y de África del Norte pasaron a depender de estados organizados, proceso que también sucedió en México y en la parte occidental de América del Sur. Poco a poco, todas las regiones y poblaciones del globo cayeron bajo la tutela de uno u otro estado hasta que el tratado de Berlín de 1878 distribuyó los últimos territorios desocupados, a excepción de la Antártida.
La historia se suele dividir en cuatro grandes períodos:
  • La Antigüedad, comprende desde alrededor del año 3000 a.C. hasta alrededor del siglo VI, con el Oriente Medio, el Mediterráneo cuna de la Antigüedad clásica, de China, y la India.
  • La Edad Media, desde el siglo VI hasta finales del siglo XV.
  • La Edad Moderna, desde finales del siglo XV hasta 1789, con la revolución francesa, que incluye el Renacimiento europeo.
  • La Edad Contemporánea, iniciada en 1789, con la Ilustración y la Revolución industrial, y que llega hasta nuestros días.
En Europa, habitualmente se ha tomado la fecha de la caída del Imperio romano de Occidente (476) como el momento en que finaliza la Antigüedad y empieza la edad Media. Unos siglos después, a mitad del siglo XV, Johannes Gutenberg inventa la imprenta moderna, usando la tipografía, revolucionando la comunicación, e impulsando el Renacimiento europeo y la Revolución científica.
En el siglo XVIII, el desarrollo del conocimiento y la tecnología, especialmente en Europa, alcanzó una masa crítica que hizo posible la Revolución industrial. Este incremento tan espectacular, de una banda, del conocimiento, la tecnología y el comercio y, por otro, en consonancia, del aumento del potencial destructor de la guerra, han generado una situación que en la actualidad afecta al conjunto de comunidades que habitan la Tierra.
 
 
 
 
 
 
 
 

lunes, 11 de abril de 2011

Importancia del conocimiento de la Historia de Chile.

La nación es obra del tiempo y de la geografía; de ahí que el conocimiento y la comprensión de nuestra historia sea un ejercicio intelectual fecundo para conocernos mejor.
            Andrés Bello, quien contribuyó a orientar el curso que tomaría nuestra historiografía en el siglo XIX, planteó que el chileno tenía “su espíritu propio, sus facciones propias, sus instintos peculiares”, recomendando el estudio de los hechos del  pasado para establecer nuestra identidad. Desde entonces, los historiadores chilenos tuvieron como misión “conocer y comprender el ser de Chile como individualidad histórica”.
            La visión que a lo largo del tiempo se ha construido de la historia de Chile, se sustenta en los documentos más significativos de nuestra historia, no es fruto de especulaciones o simples opiniones, la ciencia histórica es historia documentada. Sin embargo, por tratarse de una ciencia humana, la obra de nuestros progenitores es interpretada desde distintas perspectivas. No obstante, gracias al hallazgo de nueva documentación, la utilización de nueva metodología y la perspectiva que da el tiempo, permiten, como en todas las ciencias, que se haya ido ganando en precisión y objetividad, perfeccionando en el conocimiento de la verdad histórica.
            En relación con lo expuesto, hoy día se encuentra totalmente superada la idea que se tenía del período hispánico como una etapa despótica y oscurantista, o que la historia de Chile recién habría comenzado con la Independencia. En cuanto a los constructores de nuestra nacionalidad, aunque aún subsiste la polémica entre carrerinos y o”higginistas, pocos niegan que Carrera fue el gran personaje de la Patria Vieja, mientras O”Higgins lo fue de la Patria Nueva, y que ambos, conaciertos y errores, contribuyeron de manera importante a la Independencia de Chile. Respecto de Portales, a pesar de quienes lo presentan como un mito de nuestra historia, nadie puede negar su gran amor al país y su enorme contribución  a que Chile construya el Estado mucho antes  que el resto de los países hispanoamericanos.
            El  mayor interés por el estudio de las grandes personalidades que se observa en el siglo XIX  no debe sorprendernos, porque en una etapa incipiente de formación de la nación, se requería de héroes que sirvieran de paradigma en la creación de nuestra identidad. La historiografía del siglo XIX, además, nos permite conocer los sucesos y procesos de nuestra historia que condujeron a Chile a organizarse como un Estado de Derecho.
            En la historiografía del siglo XX y XXI pone mayor énfasis en los procesos que en los personajes, así como establecer la interrelación de los fenómenos económicos, sociales, políticos y culturales. Ya no interesa tanto la descripción de hechos y acontecimientos, como la interpretación de éstos para establecer su sentido y sus proyecciones. En esta tarea, algunos historiadores destacados como Alberto Edwards y Mario Góngora se han preocupado de insertar la historia de Chile en la historia universal, utilizando la analogía y la comparación.
            En fin, el conocimiento de la historia de Chile permite tomar consciencia de que el hombre no solamente vive en el presente y proyecta su futuro, sino que tiene un pasado, construido por nuestros progenitores, que para perfeccionarlo debemos tomar consciencia de él.